En medio de las aguas grises y contaminadas del Río Lerma, un pequeño pez amarillo, conocido como mexcalpique, lucha por sobrevivir.
(Imágenes del pez amarillo)
Este pez, único del Estado de México, se adaptó para tolerar las adversas condiciones de este río, afectado por desechos industriales y humanos. Sin embargo, su existencia está en peligro: especialistas advierten que, si no se toman medidas urgentes, podría extinguirse en menos de 10 años.
El Río Lerma, que se extiende por más de 750 km, alberga apenas un kilómetro cúbico de hábitat viable para esta especie. Aunque otras especies nativas del Alto Lerma, como
(Gráfico)
La carpita azteca
El charal de Toluca
ya se han extinguido, el mexcalpique ha demostrado una capacidad de adaptación extraordinaria.
En 2024, los esfuerzos de reproducción en laboratorio lograron apenas 30 crías, evidenciando la complejidad de conservar esta especie. Además, enfrenta amenazas como la introducción de especies exóticas, la contaminación por químicos agrícolas y la pérdida de hábitat por actividades humanas e industriales.
Investigadores proponen medidas urgentes para proteger al mexcalpique, como la separación de aguas residuales, el incremento de la cobertura vegetal y la retención de agua en las cuencas. Indicando que El tiempo es el mayor enemigo de esta especie
