En el Centro Penitenciario y de Reinserción Social (CPRS) de Ixtlahuaca, 86 hombres privados de la libertad participaron en la 49ª representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.
Durante dos meses, con apoyo de autoridades penitenciarias, familiares y representantes de la Pastoral Penitenciaria, prepararon la actividad, confeccionando vestuarios y escenografías. La puesta en escena, interrumpida solo dos años por la pandemia de Covid-19, es una importante tradición en penales mexiquenses.
Los internos, dirigidos hacia la reinserción, asumieron diversos roles, desde Jesús hasta personajes como Poncio Pilatos y soldados romanos, con el objetivo de fortalecer su proceso de cambio y crecimiento personal.