l gobierno municipal de Tlalnepantla nunca estuvo preparado para atender el tema del agua y otorgar el servicio, tanto en tiempos normales, como durante este periodo de reducciones y cortes a las fuentes de abastecimiento, señaló la diputada Jezabel Delgado Flores, a la vez que evidenció al presidente municipal, Marco Antonio Rodríguez Hurtado por desviar el agua que le pertenece a los habitantes del municipio.
En el pleno, exhortó al presidente municipal de Tlalnepantla, al ayuntamiento, así como al titular del Organismo Público Descentralizado para la Prestación de los Servicios de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Tlalnepantla (OPDM) brindar atención eficiente y eficaz, y remitan un informe a la Legislatura, que incluya el Plan de Contingencia que aplican, y denunció el creciente número de quejas no atendidas, como el tiempo de atención a fugas, cobros excesivos de agua, la venta del agua en pipas y el “huachicoleo” de agua, y la baja capacidad resolutiva de los y las servidoras públicas del organismo.
La legisladora de la 4T, añadió, así como a la secretaría de Gobierno para atender las demandas ciudadanas, se dé solución, y diseñar e implementar acciones para asegurar el derecho humano de acceso al agua potable inmediato y sin intermediarios, de acuerdo con las cuotas establecidas y, propuso, si es por tandeo o por pipas, como se hace en otros municipios que padecen la crisis hídrica, que sean públicas y gratuitas.
Tras reconocer que la crisis hídrica en el centro del país y la reducción del suministro del agua que proviene, en parte, del Sistema Lerma-Cutzamala son factores reales que motivan esta restricción, aseveró que, de acuerdo a las evidencias presentadas por ciudadanas y ciudadanos de diversas comunidades, una gran parte del problema de la escasez se debe a fallos en la planeación, logística, humanos y de organización atribuibles a las y los servidores públicos del organismo operador de agua municipal.
En tribuna y en presencia de vecinos de diversas colonias y fraccionamientos, la diputada local reconoció la legitimidad y urgencia de las demandas ciudadanas, suscitadas recientemente, exigiendo atención y solución a la problemática del agua, como asegurar la continuidad y calidad en el suministro del vital líquido y que, ante el llenado de pipas para usos industriales y comerciales, hay falta de acción de autoridades y silenciosa complicidad, la privatización del agua y su comercialización al mejor postor.
Expuso la impotencia de que los ciudadanos, que observan que se llevan en pipas el agua que debería llegar a sus hogares, aclaró que están por el desarrollo económico pero no a costa de la calidad de vida de los habitantes, agregó, a meses del cierre y entrega de la administración local las y los ciudadanos siguen experimentando desabasto de agua propiciada por la sobreexplotación, contaminación de los mantos acuíferos, fugas y tomas clandestinas, diagnóstico en su Plan de Desarrollo Municipal que después de dos años y medio de administración, no han hecho más que incrementarse y volverse insostenibles.
Esta crisis se ha convertido en una suerte de chivo expiatorio mediante el cual, esta administración pretende excusar la falta de capacidad gerencial, humana, de atención ciudadana, técnica y de sistematización de los diagnósticos que ellos mismos han desarrollado.
Ante las protestas de diversas comunidades, el pasado 19 de enero, el gobierno municipal anunció la implementación de un “Plan de Contingencia”, no obstante, este no es muy claro y no es de acceso público ya que no se encuentra para su consulta ciudadana en el sitio oficial del OPDM, y pasada la denuncia mediática no se sabe de su operación, acusó Delgado Flores. A la vez que pidió a las y servidores públicos hagan su trabajo, y que no se dediquen a retirar lonas, como lo hicieron del partido Morena.
El escenario, sabemos, no es alentador, el desabasto, la intermitencia y la falta suministro de agua potable a los domicilios de Tlalnepantla ha alcanzado un nivel crítico; las autoridades municipales han tomado decisiones limitadas para atender la crisis hídrica, atención ciudadana deficiente, el robo de agua y el “huachicoleo”, y la ley de mercado resuelvan la problemática, provocando en las comunidades del municipio una restricción real, subrayó.
Puntualizó, las y los ciudadanos de Tlalnepantla, no pueden esperar respuestas parciales o inciertas de la autoridad, no merecen servidores públicos que den largas, ni tolerar un suministro en la red sucio o sin calidad para consumo humano, no pueden dejar pasar de largo que particulares, con la venia de autoridades, llenen pipas en sus pozos rehabilitados y las trasladen a otros sitios para su venta, mientras las comunidades padecen días y semanas sin el abasto continuo.