La impredicibilidad de Putin trae de cabeza a Europa

Por la Espiral

Claudia Luna Palencia

A Europa le inquieta la impredecibilidad de Putin y él contribuye a alentar el nerviosismo y el temor utilizando constantemente una retórica ambigua: en su discurso de posesión, el autócrata dijo que no descartaba el diálogo con los países occidentales aunque insistió en que debe llevarse a cabo en igualdad de condiciones, respetando los intereses de cada uno.

          No hay un camino certero para el diálogo, menos cuando Putin ordena (un día antes de sus palabras) que Rusia realice una serie de simulacros con armas nucleares tácticas para responder a lo que dijo, son amenazas constantes, por parte de Occidente.

          En un comunicado de prensa, el Ministerio de  Defensa de Rusia, difundió que los ejercicios se llevarán a cabo con un conjunto de medidas para practicar el uso de armas nucleares no estratégicas. Putin justifica estos ejercicios señalando que todo es por culpa de Macron.

          Las armas nucleares no estratégicas, o “tácticas”, se pueden usar en situaciones de campo de batalla, con menos poder que las armas nucleares estratégicas, que tienen el potencial de arrasar ciudades enteras.

          En las últimas semanas, el mandatario francés, Emmanuel Macron, ha venido reiterando que Francia no descarta enviar tropas  a Ucrania y de hecho, en varias ocasiones, ha propuesto a sus aliados de Europa y de la OTAN el envío de tropas occidentales a Ucrania para ayudarles a repeler a los soldados rusos.

          Macron ha venido sosteniendo públicamente que sería un grave error  para los europeos que  los ucranios pierdan la guerra: “No descarto nada, porque estamos ante alguien que no descarta nada. Tengo un objetivo estratégico claro: Rusia no puede ganar en Ucrania. Si Rusia gana en Ucrania, no habrá seguridad en Europa. ¿Quién puede pretender que Rusia se detendrá allí?”.

La nueva Rusia de Putin

          En un artículo escrito por Gideon Rachman publicado en The Guardian, el comentarista principal en asuntos exteriores del Financial Times,  señala que los líderes occidentales nunca se tomaron muy en serio la amenazante personalidad de Putin hasta que empezó a anexionarse territorios.

          “Es despiadado y violento, sin duda, pero también sabemos que es racional, calculador y comprometido con la integración de Rusia en la economía mundial. En su momento,  pocos creían que fuera capaz de una apuesta tan temeraria”, explica.

          Para entender el pensamiento de Putin, insiste Rachman, hay que buscar en la sensibilidad de cierto ruso ultranacionalista que se ha visto humillado por la pérdida de influencia internacional y por la forma en como fue desintegrándose la etapa soviética.

          El también escritor habla del club de fans de Putin alrededor del mundo en el que se encuentra al expresidente Trump que reiteradamente profesa su admiración por él. Lo mismo sucede con Nigel Farage, exlíder de UKIP, el partido del Brexit; o con Matteo Salvini, del partido populista de derecha Liga Norte en Italia y con el mismo, primer ministro de Hungría, Víktor Orbán.

          Le admiran porque Putin es capaz de hacer sin escrúpulos lo que a ellos se les pasa por la mente pero no son capaces de llevar a cabo. Hasta en Filipinas, el mandatario Rodrigo Duterte, dijo alguna vez que su “héroe favorito es Putin”.

A COLACIÓN

          ¿Cómo ven los europeos que Putin siga más  años en el poder? Hablé al respecto con Pedro González, fundador de Euronews, y avezado en temas internacionales. En nuestra charla he coincidido con él: los dos vemos un escenario, todavía más complicado que el actual, con Rusia como amenaza principal.

          “Seis años más de Putin en el Kremlin desde luego no es una buena noticia para los europeos; supone para Ucrania un paso atrás porque Putin está muy reforzado para conducir la guerra de la manera que quiera en Ucrania y eso significa que quizá tenga que hacer una movilización masiva”,  en la opinión de González.

          Varios analistas creemos  inevitable un conflicto con los europeos porque  Putin nunca vio con buenos ojos  el desmantelamiento de la URSS, ni la pérdida de influencia en Europa del Este.

           “Él sabe que cuenta con el apoyo de China, de Corea del Norte y de Irán. Yo tengo la impresión de que Putin siente una enorme animadversión por occidente, está muy resentido”, según González.

          Hay en Europa la impresión entre los analistas de que tras estas elecciones amañadas, Putin es más peligroso que nunca y eso ha desatado un gran nerviosismo provocando una carrera a contrarreloj por comprar más armas, más munición; por aumentar los patrullajes aéreos y navales para cuidar a los  países bálticos mientras Polonia ha convenido con Alemania una protección mutua. Se le teme a Putin, a su ambición y a su impredecibilidad…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *