En nuestro país existen diversas estadísticas y cifras que nos ayudan a comprender el comportamiento que tiene la economía; entre esos datos, las tasas de interés y el consumo privado son los que nos permiten tener un acercamiento más claro a la economía de las familias y a los bolsillos de la ciudadanía.
En este sentido, diversos especialistas han observado una importante conexión entre el consumo privado y el crecimiento económico. Por lo que, en esta ocasión, nos detendremos a observar el comportamiento reciente de estos dos datos y cómo han trascendido dentro de la economía.
Realizando una comparación entre periodos, se ha podido establecer que el consumo en México atraviesa por un momento de desaceleración, ya que durante el mes de junio se registró una caída de 0.2 por ciento con respecto a mayo, mes en el que registró un crecimiento de 0.3 por ciento; cifras que fueron extraídas del Indicador Oportuno del Consumo Privado (IOCP) que desarrolla el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Mientras que, a tasa anual, el consumo también mostraríaseñales de un menor crecimiento, con cifras del orden de 3.8 por ciento en junio, desde el 4.2 por ciento de mayo, según cifras desestacionalizadas del IOCP, que va de la mano del Indicador Mensual del Consumo Privado (IMCP).
Con base a la descripción otorgada por el INEGI, el consumo privado nos ayuda a medir la evolución del gasto realizado por los hogares en bienes y servicios de consumo, tanto de origen nacional como importado, permitiendo con ello dar seguimiento de forma mensual al componente más significativo del producto, por el lado de la demanda.
Todos estos datos corresponden de manera importante a los movimientos que mantiene el Producto Interno Bruto (PIB) durante el actual año, donde se tuvo un avance durante el segundo trimestre de 0.2 por ciento, pero que resultó inferior al de 0.3 por ciento registrado en el primer trimestre.
A través de esto, podemos deducir que cuando el consumo privado muestra un estancamiento o retroceso, puede ser resultado de los pocos empleos y la riqueza creados durante un periodo de tiempo; asimismo, puede ser detonados por laincertidumbre a causa de temas de índole político; o bien, la gente puede demostrar cautela ante lo que observa en su entorno y tiene miedo de consumir sus ingresos o renta.
Además de estos puntos, no podemos perder de vista que las tasas de interés que ofrece el mercado también pudieronhaber tenido influencia en el poco dinamismo del consumo diario de las personas, ya que no desean pagar más por los bienes adquiridos.
Desde hoy podemos establecer que los próximos meses, en los que se llevará a cabo la transición en el poder ejecutivo federal, se deben marcar las pautas de las tendencias económicas hacia el futuro por lo que debemos estar atentos para reconocer si este comportamiento a la baja se debe a la incertidumbre por la llegada de una nueva presidenta y/o las expectativas de las políticas públicas a implementar.
Para fomentar y generar acciones de desarrollo requerimos promover la economía desde sus cimientos; será imprescindible conocer la organización, los estímulos y el desarrollo de programas de comunicación y economía que llevará a cabo la próxima administración para que la gente tenga la confianza de destinar sus ingresos para la compra de bienes y/o servicios.
