La NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, por sus siglas en inglés), dio a conocer que, 2023 ya puede ser considerado como el año más caluroso del que se tenga registro; toda vez que las temperaturas globales del año pasado estuvieron alrededor de 1.2 grados Celsius (2.1 grados Fahrenheit) por encima del promedio para el período de referencia de la NASA que va de 1951 a 1980.
El cambio climático es ya una realidad con la que convivimos de forma permanente y trae importantesconsecuencias con el aumento de las temperaturas que provoca variaciones en los patrones climáticos, eventos meteorológicos extremos, incrementos del oleaje y del nivel del mar, así como un cambio en los patrones de precipitación que dan lugar a sequías prolongadas e inundaciones. Con todo esto, hoy se registra una mayor intensidad en eventos climáticos como huracanes, tifones, ciclones con afectaciones directas a la actividad humana.
¿Pero qué representan estos datos para las y los mexicanos? A simple vista pareciera que sólo son números y no tienen ningún impacto directo en nuestras actividades diarias y podremos continuar con nuestro ritmo de vida, sin embargo, esto está lejos de ocurrir.
En este aspecto, sólo basta señalar que los desastres naturales ocurridos en 2023, como el huracán “Otis”,provocaron en México unos 196 mil desplazamientos internos durante el año pasado; lo que contrasta de manera importante con los 11 mil movimientos forzados de población por motivo de la violencia en el país.
Si bien, los fenómenos naturales no se pueden prevenir o frenar, ciudadanía y autoridades podemos emprender acciones anticipadas para aminorar los daños materiales, así como, el número de personas heridas y las víctimas mortales.
Sin embargo, ante los fenómenos que hemos experimentado en el primer semestre de 2024, podemos darnos cuenta las pocas medidas que las autoridades de índole federal, estatal y municipal han tomado para preparar a la población ante la llegada de eventos meteorológicos excepcionales; aún no hemos sido capaces de detenernos a reflexionar que el clima y el mundo están cambiando y aún no estamos preparados mínimamente para estos riesgos naturales.
El tiempo nos ha dado lecciones importantes y será importante aprender de estas experiencias; se ha mencionado en diversos espacios que México es uno de los países más vulnerables en el mundo ante el cambio climático, por lo que debe ser también uno de los principales ejemplos a seguir en lo que prevención y atención a los fenómenos naturales se refiere.
La actividad humana ha sido la responsable, en buena medida, del incremento de estos fenómenos naturales extraordinarios, ahora, está en nuestras manos hacer todo lo posible para mitigarlos y reducirlos. Hoy tenemos el reto dehacer frente a los desafíos venideros, pero, sobre todo, de prepararnos de la mejor manera posible ante los embates de la naturaleza.
Sin el afán de sonar alarmista, el mundo observará en los próximos años importantes cambios en el comportamiento del clima tal como lo conocemos actualmente.
