Por: Gilberto Sauza
El Banco Mundial coloca a la educación como un derecho humano, un importante motor del desarrollo y uno de los instrumentos más eficaces para reducir la pobreza en sus múltiples dimensiones; de igual forma ayuda a mejorar la salud, lograr la igualdad de género, la paz y la estabilidad. Adicional a esto, genera grandes y constantes beneficios en términos de ingreso y es el factor más importante para garantizar la igualdad y la inclusión.
A nivel mundial, se han generado estimaciones y estudios que señalan que los ingresos por hora aumentan alrededor de un 9 por ciento por cada año adicional de escolarización.
Sin embargo, en nuestro país, la educación puede significar importantes sacrificios personales o familiares debido al coste que acudir a la escuela puede representar. Tan sólo durante el mes de junio de 2024, en el rubro de educación se registró una inflación de 6.35 por ciento; nivel inflacionario que fue significativamente superior a la tasa general que se ubicó en 4.98 por ciento, con base en cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Asimismo, dentro del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se observó un encarecimiento generalizado en todo México de las colegiaturas; tanto en aquellos relacionados a la educación básica y obligatoria, como en otros centros de enseñanza adicional y continúa. La inflación dentro de la educación primaria fue la más importante al incrementarse 7.01 por ciento en comparación interanual, mientras que los precios de universidades registraron una tasa de inflación de 6.62 por ciento; para las secundarias fue de 6.26 por ciento y para las preparatorias o bachilleratos fue de 5.76 por ciento. Y en lo relacionado a las colegiaturas de jardines de niños y escuelas preescolares ésta se encareció un 6.19 por ciento, al igual que las guarderías y estancias infantiles.
Como hemos señalado puntualmente, además de los alimentos, la educación se posiciona como uno de los rubros del gasto que más ha encarecido, ya que los ajustes en los precios de estos productos y servicios están impactando los bolsillos de las familias mexicanas que, en promedio, gastan hasta un 8 por ciento de sus ingresos en temas educativos.
Finalmente, mientras se espera que se presente un encarecimiento de productos agrícolas durante agosto y septiembre; también se tiene contemplado que durante agosto la demanda de artículos, servicios y productoseducativos se incremente en correspondencia con el inicio del ciclo escolar 2024-2025, ejerciendo presión sobre el nivel de precios general.
Como ciudadanía, debemos prepararnos para lo que será un escenario económico complicado para nuestro bolsillo en los próximos meses dónde el incremento de precios y la consecuente inflación serán una constante.
Diversos analistas buscan encontrar la mejor forma de hacer frente a la inflación resultará trascendental que se atiendan temas como los cambios climáticos y las actualescondiciones de seguridad que enfrentan productores, distribuidores y vendedores, ya que estas impactan de manera negativa en el encarecimiento de ciertos productosde primera necesidad.
