Aunque el invierno aún no llega oficialmente, en la comunidad de Raíces, Zinacantepec, el termómetro ya marca hasta 2 grados y se prevén temperaturas que podrían caer hasta ocho grados bajo cero.
Pese al clima gélido, los niños continúan asistiendo a clases, algunos desde las 7 de la mañana, desafiando el frío con capas extra de ropa y desayunos más calientes que nunca…
En los almuerzos escolares, el té y atole se han vuelto esenciales, mientras que las chamarras y bufandas son parte del uniforme improvisado de invierno.
Sin embargo, el frío ha comenzado a dejar huella en la asistencia. En un jardín de niños, donde normalmente asisten 32 estudiantes, apenas llegaron 12 en esta fría mañana.
Los padres relatan que prefieren la nieve a las heladas, pues el hielo cubre cada rincón y el viento helado atraviesa las rendijas de las láminas y maderas de sus casas y escuelas, sin dar tregua.
Esperan con ansias los días en que la nieve caiga y el aire helado ceda un poco, aunque mientras tanto, el atole caliente y las sonrisas congeladas de los pequeños siguen iluminando cada jornada escolar.