En México, existen diversas problemáticas relacionadas a la vivienda; siendo uno de ellos la ubicación de la población, ya que se tiene detectado que en el país existen 74 zonas metropolitanas y como resultado de este acomodo, un 79 por ciento de la población ha elegido vivir dentro de localidades urbanas y 21 por ciento en zonas rurales. En lo que corresponde al Estado de México, la relación es de 87 y 13% respectivamente.
En la actualidad, de acuerdo con estadísticas proporcionadas por la industria de la construcción, se presenta una disminución en el desarrollo de vivienda formal lo que ha desatado problemas de hacinamiento y vivienda irregular.
Sin embargo, estos temas son resultado del incremento generalizado en los precios de las viviendas, así como en los costos de los materiales de construcción por lo que las personas no pueden hacerse de un patrimonio propio.
De acuerdo con la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), en el país, unos 14 millones de familias de escasos recursos ven lejana la posibilidad de adquirir una vivienda digna debido a que el precio de las casas de nivel medio supera el millón de pesos y a la falta de programas públicos que favorezcan la adquisición de propiedades.
Más aún, en lo que corresponde al Valle de México se tienen registrados 1,100 proyectos, que pueden representar 87 milunidades en construcción con un valor promedio de 4 millones de pesos; sin embargo, el consumidor promedio sólo puede pagar 1.5 millones de pesos.
Estos escenarios han dado como resultado que la disponibilidad de vivienda económica en México sea cada vez más reducida. Por lo que los desarrolladores inmobiliarios han disminuido de manera importante su participación, a pesar de ser el de mayor demanda en el paísdebido a la escasez de terrenos disponibles, la inflación en los materiales para la construcción y tiempos extensos en trámites.
Actualmente, se tiene detectado que en México los precios de las viviendas han subido un promedio de 5 por ciento anual o incluso más, en contraste con la tendencia mundial de abaratamiento en inmuebles que muestra un ritmo a la baja del 2 por ciento; esto de acuerdo con los datos del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés).
Frente a esta situación, resultará indispensable la construcción de planes de acción con visión a largo plazo entre los miembros del sector inmobiliario y las autoridades gubernamentales; sin perder nunca de vista el interés de la población por contar con una vivienda digna dentro de espacios que cumplan con los requerimientos necesarios para fomentar el desarrollo de una vida plena.