Desde 2024 y en los primeros días de 2025, han sido múltiples los espacios, organizaciones y especialistas que han dado cuenta de la escasa confianza que se tiene hacia las acciones gubernamentales que se realizan en materia económica en nuestro país.
En lo que respecta a los consumidores mexicanos, el 2024 cerró con el menor nivel de optimismo sobre la economía. Esto al observar que durante diciembre de 2024 el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) generado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) se colocó en 47.1 puntos.
Lo que representa una caída de 0.05 puntos en comparación su mensual, así como un optimismo moderado en los hogares mexicanos. Mientras que, con este resultado para el cierre de 2024, se registran 2 meses consecutivos con retrocesos en el nivel de confianza de los consumidores.
Además de la baja expectativa que se tiene en los hogares mexicanos, desde el sector inversionista también se esperan pocas buenas noticias en el ambiente económico. De acuerdo con especialistas en la materia, el clima de negocios en México enfrentará importantes retos durante 2025 debido a factores internos como la reforma judicial y a externos, como el regreso de Trump a la presidencia de Estados Unidos, así como una esperada desaceleración económica de China y Alemania.
Mientras que, dentro del renglón global, también se debe tener en cuenta el impacto negativo de los conflictos geopolíticos que generarían tensión, ya que escaladas en Medio Oriente pueden afectar los mercados mundiales, especialmente por el impacto en commodities como petróleo y gas natural, generando mayores costos operativos para las empresas.
En lo que respecta al entorno doméstico, tras la aprobación de la Reforma Judicial, los especialistas han señalado que será importante observar las noticias que se desarrollen tras las elecciones judiciales de junio, los nuevos jueces tomen posesión de sus cargos y se lleven a cabo las primeras decisiones con este nuevo esquema. Sobre todo, para establecer la autonomía o dependencia hacia el poder ejecutivo.
De la misma manera, la desaparición de 7 organismos autónomos órganos autónomos como la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y la Comisión Regulatoria de Energía provocarían la incertidumbre dentro de las y los inversionistas, con la consecuente salida de millones de dólares en inversión del país, debido a la alta probabilidad de que no exista certeza jurídica en México.
A la espera de conocer y concretar un proyecto económico de nación que permita reaccionar ante el entorno que se desarrollará en los próximos 12 meses, en la actualidad debemos comprender que nos mantenemos a la expectativa de los acontecimientos que se desarrollen en economías globales como China, Alemania y Estados Unidos.
Lic. Gilberto Javier Sauza Martínez / Vicepresidente de CONCAEM
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