De manera periódica se actualizan los datos relacionados con la participación de la mujer en los cuidados del hogar, por lo que desde esta oportunidad y dentro de algunos otros espacios hemos levantado la voz para hacer efectiva una política que le brinde un valor monetario al trabajo doméstico que se realiza sobre cuidados y atención en casa. Personalmente tengo la seguridad de que el trabajo no remunerado debe contar con un salario y este debe ser cubierto por el responsable de la manutención de la casa.
En caso de no tener una medida clara del valor y el esfuerzo que representa el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, corremos el riesgo de que siga aumentando la carga de trabajo hacia el género femenino.
Dentro de un análisis realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), existe una evidencia clara de que las labores de cuidados recaen desproporcionadamente en las mujeres, acción que impacta de manera negativa en sus trayectorias profesionales, su acceso y permanencia en el mercado laboral.
En este mismo rubro, se ha identificado que la participación de las mujeres en México es baja, pues mientras 7 de cada 10 hombres participan en la economía, solo 4 de cada 10 mujeres lo hacen. Más aún, el propio IMCO ha señalado que, a pesar de los esfuerzos para sumar a más mujeres a laeconomía, en México la tasa de participación económica de las mujeres ha oscilado entre 40 y 45 por ciento en los últimos 17 años.
Frente a estos escenarios, desde hace algunos años, han tomado fuerza movimientos que buscan hacer conciencia y visibilizar las labores que en su mayoría realizan las mujeres dentro de sus hogares y que por diversas situaciones no son compensadas económicamente. El trabajo no remunerado o también denominado trabajo doméstico y de cuidado no remunerado.
Término que se refiere a las actividades domésticas y de cuidado dentro del propio hogar o para otros hogares, por las que no se recibe un pago y que no forman parte del sistema de cuentas nacionales para el cálculo regular del PIB(Producto Interno Bruto).
Esta actividad es tan importante que la ONU-Habitat Méxicoha estimado que el valor económico generado por estas actividades alcanza a representar 9 por ciento del PIB global, mientras que para nuestro país puede llegar representar el 26.3 por ciento del PIB. Cifra qué puede significar un monto aproximado de 8.4 billones de pesos, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Al analizar y realizar un comparativo entre las actividades que realizan las mujeres de la región de América Latina, se observa que las mujeres de nuestro país destinan, en promedio, 43 horas al trabajo del hogar y de cuidados no remunerado cada semana. Mientras que las mujeres brasileñas son las que menos destinan tiempo al trabajo no remunerado dentro de la región, con un promedio de 22 horas semanales, seguidas de las dominicanas, con 25 horas, y las paraguayas y las hondureñas, con 29 horas en ambos casos. Estos datos reflejan la mayor brecha en la distribución de estas tareas de toda la región de América Latina.
Resultará fundamental seguir trabajando en la puesta en marcha de un Sistema Nacional de Cuidados que busca reconocer, redistribuir, reducir, representar y recompensar el trabajo de cuidado remunerado a través de una propuesta de corresponsabilidad entre el Estado, la sociedad civil, las comunidades y el sector privado.