Su paisaje, antes verde y vibrante, ahora muestra árboles secos, troncos y ramas caídas esparcidas por el suelo
Es el panorama que enfrenta el Parque Alameda 2000… Este principal pulmón de Toluca está perdiendo su esencia natural, con más de 95 hectáreas de arbolado amenazadas por la devastadora invasión del gusano descortezador.
El debilitamiento de los árboles, acentuado por la sequía y los incendios forestales de este año, ha convertido a los frondosos especímenes en presas fáciles para los insectos.
Como medida de control, se han ido marcando los árboles afectados para ser derribado uno a uno cada árbol infectado, desramándolos hasta dejarlos como meros troncos y troceándolos, conforme a la norma NOM-019-SEMARNAT-2019.
De acuerdo con la protectora de bosques, en el estado de México se han emitido 31 notificaciones de plagas tan solo en agosto, buscando salvar lo que queda del parque y restaurar la salud de más de 702 hectáreas afectadas en diversas zonas del Estado de México.