En estas vísperas de el Día del bailarín, un intrépido artista mexiquense desafía las alturas al llevar su destreza y amor por el baile a nuevas alturas mediante la danza aérea, una disciplina en auge en el Estado de México.
Fusionando danza contemporánea y artes circenses, utiliza telas para ejecutar movimientos diversos, desde danzar en el aire hasta presentaciones sobre un aro, a veces incorporando su espectáculo en el mundo del circo.
Según cifras gubernamentales mexicanas, se estima que el país cuenta con alrededor de 7 mil bailarines y coreógrafos, siendo el Estado de México la entidad con la mayor fuerza laboral en este ámbito, con cerca de 2 mil artistas dedicados, seguido por la Ciudad de México y Chiapas.
Este artista, que ha hecho de los cielos su escenario, representa un ejemplo vibrante del crecimiento y la diversidad en el mundo de la danza en México.