Giovanna Santana Castañeda, investigadora UAEMéx, elabora un atlas geográfico que evalúa el progreso de salud en los municipios del Estado de México

Con el propósito de prevenir enfermedades y evaluar la tasa de mortalidad en los municipios del Estado de México, Giovanna Santana Castañeda, investigadora de la Facultad de Geografía de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), ha desarrollado un atlas geográfico que analiza el avance de indicadores relacionados con la salud, de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).


Este proyecto, desarrollado en conjunto con investigadores e investigadoras del cuerpo académico “Geografía, ordenación y gestión sustentable del territorio” de la UAEMéx; el Centro de Investigación en Salud Pública y Epidemiología Clínica de la UTE y la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), así como del estudiantado de licenciatura y doctorado de la Facultad de Geografía de la UAEMéx, busca proporcionar información geográfica que apoye el desarrollo y la implementación de políticas públicas centradas en la salud de la entidad mexiquense.


“La salud humana es un indicador clave tanto de la esperanza como de la calidad de vida. Este tema ha cobrado mayor relevancia en los campos de la Geografía y Geoinformática, ya que estas disciplinas permiten analizar y comprender cómo el entorno influye en la salud. A través del uso de mapas y datos geoespaciales es posible anticipar y abordar problemas relacionados con la salud”, explicó.


Los ODS son indicadores clave del estado de salud, bienestar y desarrollo de la población de un país o área geográfica. La investigadora analizó los 17 ODS disponibles, que cuentan con más de 50 indicadores relacionados con la salud, los cuales fueron útiles para evaluar el desarrollo de la entidad mexiquense a nivel municipal.


El objetivo es comprender mejor el contexto de cada municipio, utilizando la base de datos de los servicios de salud públicos para recabar la información de diferentes grupos de edad que sirven para verificar si la población se encuentra saludable, detectando problemas sociales, económicos y culturales que puedan afectar la calidad de vida.

Además, ayuda a conocer exactamente dónde se debe contribuir, entendiendo la situación de cada municipio para diseñar estrategias específicas, ya que tienen condiciones diferentes.


Santana Castañeda explicó que para el desarrollo del gráfico, el principio de la geografía utilizado fue la localización, que permitió identificar patrones y diferencias de los grupos de edad, en este caso de la tasa de mortalidad. El atlas permite observar los municipios que cuentan con altas y bajas tasas de este indicador, lo que sugiere problemas regionales que deben ser abordados o bien, los factores positivos que podrían ser replicados.


La académica destacó que ser mujer en la ciencia ha sido una experiencia gratificante y enriquecedora, gracias a su trayectoria en un entorno que valora la diversidad y la inclusión. Aunque las mujeres han enfrentado históricas barreras en este campo, como la falta de representación y la disparidad en oportunidades, ella se siente parte del cambio del paradigma de la ciencia.


“Según la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), las mujeres representan solo 30 por ciento de los investigadores a nivel mundial y en muchas áreas de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), este porcentaje es aún menor”, expuso.


Por ello, el consejo que da para las futuras generaciones que quieran adentrarse a la ciencia es que nunca subestimen su capacidad y su valor, porque la ciencia necesita de diversas perspectivas para abordar los retos globales y la voz de cada una y uno de nosotros es indispensable.

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