A través de la lectura y la interpretación de los diversos indicadores económicos de una nación, en este caso de México, tanto inversionistas como especialistas financieros pueden generar información trascendental sobre el comportamiento que mantendrá el entorno durante un periodo determinado.
Bajo esta misma línea, a partir de estos datos, las autoridades responsables de las directrices económicas del país pueden llevar a cabo acciones y plantear programas que contribuyan para construir un entorno favorable para el arribo de inversiones desde el exterior, así como para incrementar los montos de las empresas ya instaladas.
En lo que respecta a las referencias que toman en cuenta los especialistas para calificar y con ello decretar las facilidades o dificultades que brinda una nación para invertir en él, es el grado de inversión. De acuerdo con la calificadora Standard & Poor’s, una calificación crediticia es una opinión que se emite sobre la probabilidad de que un emisor, en este caso una nación, cumpla con sus obligaciones financieras en tiempo y forma, por lo que ser disciplinado en este renglón genera confianza en los inversionistas internacionales.
En lo que respecta a los factores internos, las tasas de referencia, que son fijadas por los bancos centrales de cada nación sirven para determinar el costo del crédito y sirve de base para que los bancos comerciales puedan establecer sus propias tasas de interés, en el caso de nuestro país estas son establecidas por el Banco de México. En la actualidad, la tasa de interés de nuestro país se mantiene en niveles del 11 por ciento, esto debido al ‘rebote’ en la trayectoria de la inflación en el país.
Y cómo se mencionó previamente, los analistas siempre están atentos a los movimientos que se generan en los indicadores financieros para generar sus expectativas; por parte de la banca privada nacional, Citibanamex señaló que espera una reducción de la actividad económica para 2024, pero mantiene sus proyecciones de crecimiento del Producto Interno Bruto de 1.9 por ciento, igual a lo establecido a inicios de año.
En lo que respecta a la política monetaria, al inicio del sexenio se deben tomar decisiones fundamentales sobre este tema para definir las políticas relacionadas a la inflación; en lo que corresponde a las tasas de interés de referencia deben ser analizadas entre las autoridades del Banco de México y los responsables de la economía nacional.
Como integrantes de la sociedad civil, debemos estar atentos a los movimientos que la economía nacional tenga en el futuro inmediato, así como de las medidas que las autoridades federales pongan sobre la mesa para llevar a cabo durante el sexenio 2024-2030.
La titular del ejecutivo, así como las y los integrantes del gabinete tienen una labor titánica frente a ellos, si bien, existen razones para pronosticar que la economía tendrá un buen comportamiento en el corto plazo, la toma de decisiones adecuadas por parte de la autoridad garantizará el éxito de los proyectos que generen bienestar dentro de la sociedad.
Es una realidad que entre más barato sea el dinero, se generará mayor inversión; de la misma forma al existir mayores montos de inversión se podrán crear más puestos de trabajo, así como bienestar social.