Por la Espiral
Claudia Luna Palencia
Desde el 7 de octubre está muy claro que no volverán a repetirse otros hechos así, en ninguna parte de Israel, me comentó Lucas Martín, analista de inteligencia militar.
Para el experto español era inevitable este choque bélico con Hezbolá que, en los últimos meses y casi a diario, viene lanzando diversos ataques contra el territorio israelí muy cerca de su frontera.
La tensión actual, entre Israel y Hezbolá, ha subido de tono en medio del conflicto entre Israel y la Franja de Gaza, con la milicia chií atacando objetivos en el norte de Israel bajo la justificación de apoyar a los palestinos en Gaza. El temor de la ONU que, ha condenado los ataques de uno y de otro lado, es que tenga un alcance regional.
Durante la semana de reuniones de la ONU, por su 79 Asamblea, tanto Francia como Reino Unido intentaron que prosperase una declaración conjunta del Consejo de Seguridad de la ONU exigiendo a Israel un inminente alto el fuego en Líbano. No obstante, no prosperó: solo se logró que Estados Unidos, Francia, Japón, la Unión Europea, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Arabia Saudita y otros países aliados como Canadá o Alemania emitieran una declaración conjunta en la que piden un alto el fuego de veintiún días en la frontera de Israel y Líbano, con la intención de promover una resolución diplomática del conflicto.
Para Israel, el objetivo es descabezar a como dé lugar a la cúpula de esta organización formada en la década de 1980 con el objetivo de coadyuvar a la resistencia palestina contra la ocupación israelí en el sur del Líbano. Esta milicia ha logrado con el tiempo tener un papel que atenta contra la seguridad israelí.
Su líder, Sayyed Hassan Nasrallah, fue asesinado por Israel, el mismo derrotero que han seguido la mayoría de los notables que estaban al mando de Hezbolá.
En sus operaciones militares quirúrgicas, la inteligencia israelí y sus fuerzas de seguridad (FDI) han logrado asesinar a varios líderes de Hezbolá como son: Ibrahim Kobeisi, jefe de la unidad de misiles de este grupo; otro cabecilla asesinado fue Ibrahim Aquil que era miembro del Consejo de la Yihad, máximo órgano militar del grupo terrorista. Luego, murió Fuad Shukr, uno de los principales comandantes de Hezbolá, identificado por el ejército israelí como mano derecha de Sayyed Hassan Nasrallah, líder del grupo; el mismo destino lo han sufrido Mohammed Nasser y Taleb Abdallah; entre otros más.
Cabe señalar que Irán es el principal patrocinador de Hezbolá y ha prometido represalias por los recientes ataques contra sus aliados en el Líbano. El comandante de la Guardia Revolucionaria de Irán, Hossein Salami, calificó los hechos como actos terroristas y prometió que Israel enfrentará una respuesta aplastante. Quizá esos más de 200 misiles lanzados por Irán contra Israel sea tan solo el principio de la venganza.
A COLACIÓN
En esta ecuación contra Israel, precisamente Irán juega un papel fundamental. Precisamente, Lucas Martín opinó que Irán sabe que no tiene las capacidades militares que posee Israel y ve remota toda posibilidad de una confrontación directa. “No hacen frontera eso implica que tendría que ser una guerra aérea con misiles y bombardeos; pero Irán no tiene forma de confrontarlo”.
“Israel está demostrando que lleva décadas preparándose para defenderse de sus enemigos naturales. Ha venido a remarcar que son los número uno en el mundo de la inteligencia militar; ni siquiera, Estados Unidos tiene capacidad para hacer algo así”, a juicio de Martín.
Ahora bien, el experto militar recomienda tener precaución ante la información que llega, tanto de uno, como de otro lado, porque hay un sesgo dado que cada una de las partes implicadas da su propia versión.
“Lo que sí sabemos es que las explosiones han causado psicosis en Siria, Irán y otros países en los que hay cabecillas de distintos grupos que son enemigos de Tel Aviv”, comentó el asesor español.
Recordemos que el pasado 19 de mayo falleció en extrañas circunstancias, el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, junto con los ocho pasajeros que viajaban con él en un helicóptero Bell 212 que se estrelló en las montañas de la provincia de Azerbaiyán Oriental.
El régimen de los ayatolá no se había pronunciado dudando de un accidente y mirando hacia la posibilidad de que el Mossad o las FDI estuvieran detrás; sin embargo, tras la explosión de los beepers y los walkie-talkies, la sombra de la duda es creciente.
El diputado iraní, Ahmad Bajshayesh Ardestani, ha señalado la posibilidad de que uno de estos artilugios estallase y matase a Raisi. El legislador ha revelado que Irán compró los mismos buscapersonas que adquirió Hezbolá y que causaron cuarenta muertos y más de tres mil heridos en los últimos días, según recoge el periodista Mohamad Ahwaze.
El legislador iraní denunció recientemente una cadena de fallos en la seguridad en Irán, sobre todo hackeos y pidió que se investigue si el fallecido presidente Raisi o alguno de los miembros que viajaban con él, en el helicóptero siniestrado, usaban esos mismos beepers. Por lo pronto, Israel sigue mostrando su poderío.