Por la Espiral
Claudia Luna Palencia
Las llamadas empresas del Top Five en la industria armamentista mundial son cinco estadounidenses que en 2022 obtuvieron los siguientes ingresos: 1) Raytheon 67.07 mil millones de dólares; 2) Boeing, 66.61 mil millones de dólares; 3) Lockheed Martin, con 65.98 mil millones de dólares; 4) General Dynamics, con 34.41 mil millones de dólares entre todo lo que fabrica ha construido el USS Nautilus un poderoso submarino nuclear; y, 5) Northrop Grumman con ingresos por 36.60 mil millones de dólares su principal cliente es el Gobierno norteamericano y el Pentágono; entre todo lo que fabrica destaca su bombardero B-2 Spirit.
Con el empeoramiento del panorama mundial derivado de varios conflictos bélicos con repercusión internacional, Estados Unidos se ha convertido en el principal suministrador de armas no solo por sus ventas a Israel y a Ucrania; sino también, a Europa y a India.
De acuerdo con datos del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI, por sus siglas en inglés) las importaciones europeas de armas casi se duplicaron, las exportaciones estadounidenses y francesas aumentaron y las exportaciones rusas de armas han caído bruscamente porque están usando dicho armamento en la invasión de Ucrania.
Los gobiernos europeos muestran su preocupación armándose hasta los dientes ante los constantes informes recabados en Polonia, Estonia, Lituania, Letonia, Alemania, Dinamarca, Finlandia y Noruega que ven probable una guerra con Rusia.
“Alrededor del 55% de las importaciones de armas de los estados europeos de, 2019 a 2023 , fueron suministradas por Estados Unidos, frente al 35% en 2014 a 2018”, de acuerdo con Dan Smith, director del SIPRI.
Smith señala que son muchos los factores que influyen en las decisiones de los países europeos (la mayoría miembros de la OTAN) al momento de importar armamento fabricado en Estados Unidos: “No solo mantener las relaciones trasatlánticas, sino también hay cuestiones técnicas y militares relacionadas con los costos”.
Mathew George, director del Programa de Transferencias de Armas del SIPRI, señala que Estados Unidos ha incrementado su papel global como proveedor de armas, un aspecto importante de su política exterior, exportando más armas a más países que nunca antes en el pasado.
“Esto llega en un momento en que el dominio económico y geopolítico de Estados Unidos está siendo desafiado por las potencias emergentes; de esta forma, de 2019 a 2023, vendió armamento a 107 países, es un dato significativo porque vendió más que en cualquier otro período anterior y mucho más que cualquier otro país exportador de armamento”, según el directivo.
Desde Defense News, Chris Martin, aborda la evolución de los ingresos obtenidos por las cien principales empresas de todo el mundo dedicadas a la industria militar. También se evidencia un cambio notable: en 2019 este conjunto de empresas habrían obtenido ingresos por 524.4 mil millones de dólares y para 2023, de 603.9 mil millones de dólares. Para 2024, se estimaba un crecimiento del 30% en sus ingresos.
La invasión de Rusia a Ucrania, el 24 de febrero de 2022, reactivó la venta de armamento en el mundo y su consecuente producción que el propio SIPRI ha detectado un desfase entre las ventas y la capacidad de producción que no se ha acelerado al ritmo de las compras porque siguen arrastrándose problemas en las cadenas de distribución que primero se complicaron con el tema de la pandemia; luego con la invasión rusa y las consecuentes sanciones y después con la inseguridad en el Canal de Suez, el Mar Rojo y el Golfo de Adén donde los Hutíes están atacando diversos barcos buscando boicotear el 30% del comercio mundial que transita por la zona.
Los estimaciones de varios Think Tank como el SIPRI creen que con la intensificación de la guerra entre Ucrania y Rusia más el conflicto en Medio Oriente con Israel cobrándose su venganza bélica por los hechos terroristas del 7 de octubre de 2023, los ingresos de la industria militar global conformada por cien empresas de varias partes del mundo, podrían haber registrado un alza de entre el 22% al 27 por ciento. Ello a razón de que no solo los países en un conflicto bélico están demandando armamento y medios defensivos así como de ataque, sino porque la mayor parte de los países ante el incierto panorama geopolítico y del futuro de la paz están rearmándose y eso está dejando pingües ganancias. Hasta en Ucrania.
De acuerdo con este organismo con sede en Suecia, Ukroboronprom es la única empresa ucraniana en la lista de las cien y sus ingresos pasaron de 755 millones de dólares en 2021, a 1 mil 300 millones de dólares un año después, debido a la invasión rusa y el estado de guerra contra el invasor.
A COLACIÓN
El Instituto de Investigación para la Paz en Estocolmo (SIPRI) con datos en 2021 asegura que las empresas chinas relacionadas con la industria militar impulsan un rápido crecimiento de las ventas de armas en Asia. En 2021, China State Shibpbuilding Corporation se convirtió en el mayor constructor naval militar del mundo, con ventas de armas por 11 mil 100 millones de dólares.
Por su parte, en dicho año, las ventas de armas en Rusia ascendieron a 17 mil 800 millones de dólares, un aumento del 0.4% con respecto a 2020. Había indicios de una ralentización de la venta de armas de su industria muy probablemente privilegiando el acopio para utilizarlas meses después en la invasión de Ucrania.
En 2019, Rusia exportó armas a treinta y un estados y en 2023, solo exportó a doce ocupándose más de su estrategia militar para seguir alargando su ocupación del territorio ucranio.
A China, le ha afectado este conflicto de forma indirecta porque por primera vez en veinticinco años, según el SIPRI, Estados Unidos se convirtió en el mayor proveedor de armas de Asia y Oceanía. Estados Unidos representó el 34% de las importaciones de armas de los estados de la región, en comparación con el 19% de Rusia y el 13% de China.
Además, India pasó a erigirse como el principal importador de armas del mundo. El primer ministro, Narendra Modi, está modernizando sus fuerzas armadas equipándolas con la última tecnología. India tiene una frontera muy conflictiva con China, Pakistán y Afganistán. Rusia tradicionalmente era uno de los proveedores de armas de India pero Estados Unidos también está capitalizando la situación.