La UE tiene dos millones de soldados

Por la Espiral

Claudia Luna Palencia

Hace unos días hablé en exclusiva con José Luis Calvo Albero, director de la División de Coordinación y Estudios de Seguridad y Defensa, del Ministerio de Defensa de España. Con este experto militar tuve varias reflexiones interesantes.

          En voz del coronel español,  Europa atraviesa por un momento muy difícil que cambiará las condiciones de la seguridad europea heredadas desde la  Segunda Guerra Mundial. Recientemente, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, declaró que los europeos están en una encrucijada.

          Desde que Trump volvió  a la Presidencia de Estados Unidos, todos los días pasa algo nuevo aquí en Europa, y las decisiones son  rocambolescas: el pasado 9 de mayo, Von der Leyen, anunció la creación de un Colegio de Comisarios de Seguridad conformado por los veintisiete países miembros de la UE.

          Le preguntamos a uno de los militares más prestigiosos de España, si cree que es posible llegar rápidamente al ansiado ejército común europeo: “Yo creo que sí pero no será algo fácil. Son muchos pasos: tener más inversiones en la industria militar; dar formación común, por ejemplo, los pilotos de caza en lugar de formarse en 17 países diferentes se formarían en 3 o 4 países; habría que tener grandes academias de formación; además de cuarteles generales y mandos únicos de la fuerza europea… es toda una estructura logística. Puede demorar décadas… yo quizá no lo vea”.

          Hay una especie de sensación de orfandad entre los tradicionales aliados europeos hacia la nueva visión de seguridad y defensa imperante en la política norteamericana bajo el liderazgo de Trump.

          “Ahora mismo,  no está tan claro. Nosotros pensamos que aunque el presidente Trump  es muy exuberante hablando, realmente las viejas normas de la  estrategia norteamericana siguen allí… es decir, que todavía  seguimos siendo aliados; aunque, sus manifestaciones públicas, no refuerzan esta sensación”, comentó Calvo Albero.

          Al respecto de Ucrania, el militar remarcó que la postura de España es muy clara: “Ningún país puede modificar las fronteras por la fuerza,  es algo a lo que nos oponemos… no puede convertirse en un instrumento de las relaciones internacionales porque daría lugar a querer apropiarse de las fronteras de tu vecino. España siempre ha defendido que las fronteras  se modifican por acuerdo entre las partes; ahora mismo no hemos reconocido a Kosovo”.

          La gente cree que esto va solo de Ucrania, pero en realidad, lo que tenemos es a Rusia reconfigurando sus zonas de influencia y el dictador ruso pretende una vuelta al telón de acero.

          Putin, me dijo  el militar que ha estado en el Cuartel General de Despliegue Rápido de la OTAN, hará todo lo posible por recuperar la relevancia estratégica de su país: “Habrá un punto en que volveremos a buscar con Rusia un equilibrio de seguridad que nos permita vivir en paz, a unos  y a otros; no sabemos cuándo llegará, pero de ninguna manera, puede ser a costa de los demás, ni dictando a sus vecinos, lo que deben hacer”.

A COLACIÓN

          En esta reconfiguración de las zonas de influencia, vemos a Trump acompañado por una poderosa oligarquía cada vez más obsesionada por bloquear a China pero volcada en acercarse a Rusia.

          Al presidente Trump se le critica por su falta de miras en materia geopolítica mientras él y su equipo se mueven más por la ambición económica… por eso quiere repartirse  Ucrania con el dictador.  Ahora logra, tras una llamada telefónica  con Trump,  un alto el fuego parcial y limitado en Ucrania que dejará sin bombardeos a las instalaciones energéticas.

          El ruso ha pedido que se levante a su país 25 mil 595 sanciones contra empresas e individuos rusos que Occidente ha impuesto desde la invasión; también quiere la vuelta a la normalidad

          La manera en cómo desde la Casa Blanca se pretende imponer un acuerdo económico para explotar a Ucrania ha levantado una ola de críticas en la mayoría de los líderes europeos.

          La esperanza hacia la paz por parte de la UE es tan baja que está rearmándose  y quiere hacerlo a toda prisa antes de 2030. Hay miedo a Putin y también miedo a Trump.

          Le pregunté al coronel Calvo Albero, si en la actualidad hay suficientes fuerzas para conformar el ejército europeo y está fue su respuesta: “Tenemos casi dos millones de soldados en la Unión Europea repartidos en muchos países diferentes. La idea es tener un ejército común y no será nada fácil; efectivamente, la guerra de Ucrania nos   ha  recordado  la importancia de las reservas. Con las bajas que sufren Rusia y Ucrania en el conflicto, necesitan reemplazos y en Europa tenemos poco de eso”.

          Lo primero,  apunta este experto militar, es aumentar la efectividad de las fuerzas armadas: “Habrá algún país que recurrirá a la obligatoriedad del servicio militar… en España, lo veo difícil; pero necesitamos reservas y  no sé si serán voluntarias o bien obligatorias, pero se requieren de esas unidades de reemplazo. Estos millones de soldados deberán articularse mejor e incluso estar mejor remunerados, una queja constante por parte de muchos militares no solo en España, sino de otras partes, de Europa”. 

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