La pasión por la arqueología se sembró en el corazón de Rosa Guadalupe de la Peña desde su infancia. El Museo Nacional de Antropología se convirtió en su mundo cuando presenció la llegada del imponente “Tláloc” a Paseo de la Reforma.
A los 10 años, en abril de 1964, asistió a la inauguración del museo, encontrándose con el presidente Adolfo López Mateos y quedando fascinada por el lugar.
Rosa Guadalupe, académica de la Autónoma Mexiquense, exploró lugares como El Tajín y Teotihuacán desde temprana edad. Estos viajes y sus experiencias la condujeron a una carrera en arqueología.
Con una trayectoria destacada, Rosa Guadalupe contribuyó al patrimonio cultural del Estado de México, participando en proyectos arqueológicos y dirigiendo el Museo Universitario “Dr. Luis Mario Schneider” de Malinalco. Su legado incluye estudios en la Universidad Nacional Autónoma de México y expediciones arqueológicas en Siberia.
La arqueóloga, ahora en la máxima casa de estudios del Estado de México, comparte que trabajar con estudiantes la revitaliza y la inspira a seguir explorando, deseando aún más aventuras, incluida la arqueología subacuática.