Los municipios de Texcoco y Jilotepec, en el Estado de México, destacan como principales productores de carne de pavo. Esta actividad impulsa la economía local. Su producción avícola ha crecido de manera significativa, convirtiéndolos en piezas clave para satisfacer la elevada demanda durante la temporada navideña.
Texcoco y Jilotepec no están solos en esta labor. Municipios como Atlacomulco y Zumpango también contribuyen al segundo lugar nacional del Edomex en producción de carne de pavo. En Jilotepec se producen más de 2,483 toneladas anuales, con un valor de más de 136 mil millones de pesos.
Gran parte de esta producción proviene de granjas familiares en los Distritos de Desarrollo Rural. Los productores se especializan en criar pavos para diciembre, como señala María Nolasco, productora local.
La carne de pavo, conocida también como guajolote, es esencial en la dieta mexicana, protagonizando recetas tradicionales como el mole. Cada mexicano consume, en promedio, 1.5 kilogramos de pavo al año. Además de su valor cultural, se le reconoce por sus beneficios para la salud. Es baja en grasa y no contiene purinas, siendo adecuada para personas con colesterol alto o ácido úrico.
La producción de carne de pavo en el Edomex no solo abastece el mercado local. También llega a otros estados y contribuye, en algunos casos, a la exportación.
Esta industria genera empleo y fomenta el desarrollo rural. Cuenta con apoyo gubernamental para mejorar la calidad de los productos y promover buenas prácticas en el manejo animal.
Texcoco y Jilotepec refuerzan su posición como líderes en la producción de pavo en el Edomex, combinando tradición, salud y desarrollo económico. Su papel es crucial para cubrir la creciente demanda durante las festividades, consolidando su importancia en la industria avícola nacional.