EUA cambiĆ³ el paradigma petrolero en el mundo

Por la Espiral

Claudia Luna Palencia

En la actualidad, la evoluciĆ³n del mercado petrolero evidencia esa lucha intestina por la hegemonĆ­a del crudo, su producciĆ³n, suministro, acopio de reservas y control del mercado exterior. Pero sobre todo refleja cĆ³mo, el paradigma de la producciĆ³n petrolera ha pasado a ser favorable para Estados Unidos.

          En menos de cinco dĆ©cadas, derivado de la combinaciĆ³n de diversas circunstancias y factores, los otrora paĆ­ses  lĆ­deres en la producciĆ³n y venta para la exportaciĆ³n de petrĆ³leo pasaron de tener la sartĆ©n por el mango a perder buena parte de su influencia estratĆ©gica a favor de Estados Unidos.

          La economĆ­a estadounidense ha hecho posible ā€œel milagro energĆ©ticoā€  dado que, durante ese lapso de tiempo, pasĆ³ de ser un importador neto de hidrocarburos, vulnerable de las oscilaciones de los petroprecios y dependiente de un suministro utilizado como ā€œarma de guerraā€; hasta lograr construir su independencia energĆ©tica, incrementar sus reservas petroleras y reconvertirse de importador neto a exportador neto de crudo y otros derivados petroquĆ­micos.

          La polĆ­tica energĆ©tica de la Casa Blanca se tomĆ³ bastante en serio la trampa que los paĆ­ses Ć”rabes le tendieron a  la naciĆ³n estadounidense y a otros paĆ­ses, sobre todo europeos, que apoyaron a Israel en la Guerra de Yom Kipur librada contra Siria y Egipto; en la que estos Ćŗltimos perdieron territorio.

          El embargo iniciado a partir del 16 de octubre de 1973 (conocido como la primera crisis del petrĆ³leo) por parte de los paĆ­ses de la OrganizaciĆ³n de PaĆ­ses Exportadores de PetrĆ³leo (OPEP) junto con los paĆ­ses del Golfo para cerrar el grifo del suministro del ā€œoro negroā€ a Estados Unidos, Israel y sus aliados provocaron serios impactos en la macroeconomĆ­a sobre todo en cuanto a la espiral de inflaciĆ³n que todavĆ­a una dĆ©cada despuĆ©s siguiĆ³ marcando a varias naciones.

         Esa artimaƱa consistiĆ³ en recortes en el suministro, reducciĆ³n drĆ”stica de  las exportaciones, la producciĆ³n se acotĆ³ un 25% y los petroprecios en el mercado internacional llegaron a triplicarse.

         El 27 de noviembre de 1973, el presidente estadounidense Richard Nixon, implementĆ³ una ley de emergencias relacionada con la escasez de petrĆ³leo que implicĆ³ control de los precios internos, fomento a la producciĆ³n, barreras en la venta y en su logĆ­stica.

        Tras esa experiencia que  marcĆ³  la dĆ©cada de 1970 (sucediĆ³ otra crisis del petrĆ³leo en 1979) prĆ”cticamente cuarenta y seis aƱos despuĆ©s, sorpresivamente la  economĆ­a estadounidense ha dado un viraje a la geopolĆ­tica del crudo: de dependiente a productor netoā€¦ de importador a exportador neto.

        ĀæVenganza? ĀæVisiĆ³n de supervivencia energĆ©tica a futuro? La respuesta clave radica en los efectos colaterales de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 con epicentro en Estados Unidos y que alteraron la geopolĆ­tica en los albores del siglo XXI propiciando un claro reacomodo de las fuerzas econĆ³micas, militares y un nuevo juego en la dominaciĆ³n de los recursos naturales y energĆ©ticos.

        De acuerdo con la OPEP, en enero de 2003, los cinco principales productores de petrĆ³leo eran: 1) Arabia Saudita con 7.47 millones de barriles de petrĆ³leo diarios; 2) IrĆ”n con 3.37 millones de barriles de petrĆ³leo diarios; 3) Irak con 2.46 millones de barriles de petrĆ³leo diarios; 4) Emiratos Ɓrabes con 2.07 millones; y 5) Kuwait con 1.84 millones de barriles de petrĆ³leo diarios.

        MĆ©xico que no forma parte del cĆ”rtel de la OPEP, en dicho aƱo producĆ­a 1.66 millones de barriles de petrĆ³leo diarios y Estados Unidos figuraba con 7.12 millones de barriles de petrĆ³leo.

        El consumo norteamericano diario de crudo contabilizado en 19 millones de barriles era completado con importaciones de 12 millones de barriles;  este desequilibrio desdibujaba la vulnerabilidad energĆ©tica de una naciĆ³n en expansiĆ³n demogrĆ”fica, en expansiĆ³n industrial y empresarial.

        En cuanto al volumen de reservas, en dicho aƱo y de acuerdo con Global Trends, los cinco paĆ­ses con mayor acopio eran: 1) Arabia saudita con 259 mil 200 millones de barriles; 2) Irak con 112 mil 500; 3) Emiratos Ɓrabes con 97 mil 800; 4) Kuwait con 94  mil; y 5) IrĆ”n con 89 mil 700 millones de barriles de petrĆ³leo.

        Simplemente en 2003, Arabia Saudita poseĆ­a el 25% de las reservas totales del mundo; seguido por Irak con el 10.8% y Kuwait con el 7 por ciento. Esto significaba, segĆŗn el cĆ”rtel, que entre Irak y Kuwait se tenĆ­an reservas de crudo para 230 aƱos.

A COLACIƓN

        En 2014, esto es once aƱos despuĆ©s de los datos mencionados, Estados Unidos se habĆ­a posicionado como el principal productor de petrĆ³leo a nivel global con 11.644 millones de barriles de petrĆ³leo diarios.

        En 2023, Estados Unidos produjo mĆ”s petrĆ³leo crudo que cualquier otra naciĆ³n en cualquier momento, durante los Ćŗltimos seis aƱos consecutivos. La producciĆ³n de petrĆ³leo crudo en Estados Unidos, incluido el condensado, promediĆ³ 12.900 millones de barriles por dĆ­a.

        En conjunto, Estados Unidos, Rusia y Arabia Saudita representaron el 40% (32.8 millones de barriles diarios) de la producciĆ³n mundial de petrĆ³leo en 2023. Estos tres paĆ­ses han producido mĆ”s petrĆ³leo que cualquier otro desde 1971. La naciĆ³n norteamericana ha pasado de sacudirse el chantaje de los paĆ­ses Ć”rabes a ser un productor neto de petrĆ³leo. 

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