Últimas Noticias
Así resiste El Llanito, Ocoyoacac tras la inundación
Después de dos días bajo el agua, las calles de la colonia San Antonio el Llanito en Ocoyoacac, Estado de México parecen haber vuelto a la normalidad… pero al interior de las casas, la emergencia sigue.
El domingo, una lluvia repentina cayó con fuerza, inundando todo a su paso. Ni las bardas, ni las rampas que durante años han construido para protegerse, fueron suficientes esta vez. El agua negra subió hasta 60 centímetros, y entró a decenas de viviendas sin darles tiempo para nada.
Jocelyn Mancilla / Afectada
“Todo fue súper rápido en cuestión de minutos ya nos estábamos inundando, era agua sucia”
Beatriz observa su sala aún húmeda, luego de qué se mojara con aguas negras. Donde antes había muebles, ahora hay humedad, mal olor y electrodomésticos que ya no encienden.
Ella y su esposo, de movilidad limitada, apenas logran caminar entre los restos de lo que fue su hogar seco.
Beatriz / Afectada
“Si gusta tocarle también allá, salió por la taza del baño y del baño se vino para acá, entró a la recámara donde es mi molinillo, allá entró bastante agua, en ese patio hasta pusimos rampas, ya mandé poner rampas y aún así con lodo negro feo”
Las calles ya no están inundadas, pero el agua dejó su huella. En varias zonas, el suelo se cubre de una capa blanca de cal, que los mismos habitantes han esparcido para intentar neutralizar los malos olores y evitar infecciones…Aun así, algunos ya presentan síntomas.
Beatriz / afectada
“Para que no huela feo y desinfectar un poco- ¿aún así ya se enfermaron?- Si, ya se enfermó mi esposo”
Además de las pérdidas materiales, ahora enfrentan el miedo de enfermarse.
Han comenzado a aplicar vacunas, principalmente a personas mayores y a quienes tuvieron contacto directo con el agua contaminada.
Jocelyn Mancilla / Afectada
“También por los niños ahorita traen vacunas para nosotros pero nosotros estuvieron en contacto con el agua sucia. El olor del agua es insoportable”
El Llanito tiene una población de poco más de mil cien personas. Aunque no todas las casas sufrieron daños, todos resultaron afectados: por el agua, por la incertidumbre, y porque ese camino anegado sigue siendo su única vía para salir cada día.
Los habitantes lamentan que esta historia se repita cada año. Que cada temporada de lluvias traiga lo mismo: inundaciones, pérdidas, y la ausencia de soluciones reales por parte de las autoridades.