Últimas Noticias
Un plan de Trump que los europeos cuestionan
Se necesitarán unos 70 mil millones de dólares para reconstruir Gaza, según una evaluación de daños operativos y necesidades realizadas conjuntamente por Naciones Unidas, la Unión Europea y el Banco Mundial.
Algunos países europeos, así como Canadá y Estados Unidos, parecen dispuestos a contribuir con la reconstrucción. Sin embargo, los estados árabes ricos en petróleo del Golfo Pérsico no están nada entusiasmados en involucrarse a pesar de la insistencia del presidente Trump.
Desde la Casa Blanca piden a Catar, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos que entren a financiar lo que Trump llama la Nueva Gaza en la que proyecta varios rascacielos.
Los países del Golfo no están del todo convencidos de que el plan de Trump pueda tener viabilidad para el futuro y siguen poniendo en duda que la zona se pacífique y pueda prosperar.
La realidad es que la hoja de ruta para una nueva Gaza ideada por el yerno de Trump, léase Jared Kushner, es todavía papel mojado… nadie cree en su viabilidad. Solo su suegro.
Cabe recordar que el pasado 17 de noviembre, el Consejo de Seguridad de la ONU, casi alcanza la unanimidad para dar su aprobación al plan de paz para Gaza propuesto por Donald Trump: mientras todos votaron a favor, solo se abstuvieron Rusia y China.
La primera reacción en las redes sociales fue la del propio mandatario norteamericano quien subrayó que había sido una de las mayores aprobaciones de la Historia que traería paz en todo el mundo. “Un momento de verdadera proporción histórica”.
El plan de 20 puntos fue presentado por Trump, el 13 de octubre en la Knéset y luego signado en Sharm El-Sheikh y contó con la firma de los líderes de Egipto, Catar y Turquía.
Poco más de un mes después ya cuenta con el aval de Naciones Unidas para comenzar con la transformación de la Franja de Gaza cuya devastación es incalculable porque buena parte del territorio está en ruinas tras dos años de bombardeos diarios e incesantes por parte de Israel.
No solo es un alto el fuego lo que se ha signado es primordialmente una hoja de ruta para los gazatíes y, fundamentalmente, para descabezar a Hamás a fin de sacar a este grupo político y miliciano de la ecuación del nuevo gobierno que deberá formarse tras una etapa de transición cuyo plazo en el tiempo no está del todo definido.
Como tampoco figura en el plan de paz, el reconocimiento de Israel a la formación del Estado Palestino. ¿Cómo se le ocurrió a Trump este plan? De acuerdo con mis fuentes es una estrategia elaborada por Jared Kushner, yerno de Trump, un judío-norteamericano quien anteriormente ha ejercido una notable influencia en el presidente en asuntos relacionados con Medio Oriente. De Kushner, como lo ha reconocido Trump abiertamente, emanó la idea de los Acuerdos de Abraham negociados durante su primer gobierno.
A COLACIÓN
Prácticamente Estados Unidos pretende transformar a la Franja de Gaza no se sabe todavía bien en qué: si en una extensión de Cisjordania o en un protectorado o en una colonia. El plan ensimismo recoge la intención de que tenga autodeterminación y un gobierno que, por el momento, será temporal. Trump llegó a proponer al exprimer ministro británico, Tony Blair, al frente de este gobierno temporal pero esa idea ha sido rechazada por Hamás.
También está el espinoso tema de la reconstrucción de la zona. La Franja de Gaza tiene una extensión de aproximadamente 41 kilómetros de largo y entre 6 y 12 kilómetros de ancho, lo que equivale a un total de 360 kilómetros cuadrados; y está densamente poblada: alberga a poco más de dos millones de habitantes lo que representa una densidad poblacional de 5.046 habitantes por kilómetro cuadrado.
Trump que habla de reconstruir a Gaza con las multinacionales norteamericanas y el dinero de los países del Golfo tampoco termina de definir qué modelo de ciudad está proyectando. Aunque está muy presente en la memoria de los palestinos los videos realizados con Inteligencia Artificial y distribuidos por el propio Trump en el que se le ve a él y al primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu, veraneando alegremente entre rascacielos en la zona costera.
Los europeos dudan que este plan sea el que requiera Gaza y cuestionan que pueda permanecer vigente en el tiempo sin un Estado de Palestina reconocido por Israel. Trump es un mercader de ilusiones.