Llamada de atenciĆ³n sobre el endeudamiento mundial

Por la Espiral

Claudia Luna Palencia

Si la deuda externa inquieta en los paĆ­ses de bajos ingresos, la deuda pĆŗblica mundial lleva tiempo en el foco de los organismos internacionales que centran su atenciĆ³n no solo en su evoluciĆ³n, sino en la deuda oculta.

Los economistas Rhoda Weeks y Alissa Aschkroft, explican que la deuda oculta estĆ” formada por emprĆ©stitos de los que el gobierno es responsable y  no se  informa, ni a los ciudadanos, ni a otros acreedores.

ā€œY si bien esta deuda, por su naturaleza,  a menudo se mantiene fuera del balance oficial del gobierno, es muy real a tal punto que, segĆŗn se estima, puede alcanzar un billĆ³n de dĆ³lares a nivel globalā€, indicaron.

En 2023, la deuda pĆŗblica mundial superĆ³ los 91 billones de dĆ³lares convirtiĆ©ndose en la mayor amenaza para los paĆ­ses  endeudados y en un escenario de altas tasas de interĆ©s lo es mĆ”s.

La OrganizaciĆ³n de Naciones Unidas (ONU) habla ya de ā€œun mundo de deudaā€  asfixiado por la deuda externa y los altos niveles de deuda pĆŗblica  que se han quintuplicado desde  2000.

 “En promedio, los paĆ­ses africanos pagan cuatro veces mĆ”s por prĆ©stamos que Estados Unidos y ocho veces mĆ”s que las economĆ­as europeas mĆ”s ricas; casi el 40% del mundo en desarrollo, tiene graves problemas de endeudamientoā€, de acuerdo con Naciones Unidas.

AntĆ³nio Guterres, titular de la ONU, seƱala que  esta disparidad en los tipos de interĆ©s destaca la desigualdad inherente al sistema financiero internacional, que pesa de manera desproporcionada sobre los paĆ­ses en desarrollo. ā€œEn la actualidad, la mitad de las naciones en desarrollo destinan un mĆ­nimo del 7.4% de sus ingresos por exportaciones al servicio de la deuda pĆŗblica externaā€.

La ONU indica que la  creciente dependencia hacia los acreedores privados, que ofrecen una deuda mĆ”s cara y vencimientos mĆ”s cortos que las fuentes oficiales, tambiĆ©n ha complicado la reestructuraciĆ³n de la deuda de los paĆ­ses en desarrollo.

Dicho organismo indica que, en la actualidad, los acreedores privados poseen el 62% de la deuda pĆŗblica externa, frente al 47% de hace una dĆ©cada. Sin embargo, no existe ningĆŗn mecanismo para abordar cĆ³mo reestructurar la deuda entre las distintas clases de acreedores.

Ante estas circunstancias,  Naciones Unidas pide urgentemente una reforma integral de la arquitectura financiera internacional, incluida la arquitectura de la deuda, para fomentar un sistema mĆ”s inclusivo que permita a los paĆ­ses participar activamente en la gobernanza del sistema financiero internacional; y, demanda, la creaciĆ³n de un mecanismo de renegociaciĆ³n de la deuda ante el temor de que la falta de liquidez termine quebrando a varias economĆ­as.

En la opiniĆ³n de Guterres,  los paĆ­ses en desarrollo, especialmente los que tienen una elevada carga de deuda, necesitan mĆ”s liquidez en tiempos de crisis. Entonces emerge un cĆ­rculo vicioso: la falta de liquidez se compensa con mĆ”s deuda.

Y el escenario recrudece con altas tasas de interĆ©s que elevan  el costo del servicio de la deuda;  aumentan las presiones fiscales y plantean riesgos para la estabilidad financiera.

A COLACIƓN

El FMI seƱala que la sostenibilidad de la deuda depende de cuatro ingredientes clave: 1) Los saldos primarios; 2) el crecimiento real; 3) las tasas de interĆ©s reales; y  4)  los niveles de deuda.

En cuanto al aumento de los saldos primarios, el exceso de los ingresos pĆŗblicos sobre los gastos excluidos los pagos de intereses y el crecimiento ayudan a lograr la sostenibilidad de la deuda; mientras que el aumento de las tasas de interĆ©s y los niveles de deuda lo hacen mĆ”s difĆ­cil.

Cabe recordar que durante mĆ”s de una dĆ©cada, a nivel mundial se tuvieron tasas de interĆ©s marginales eso permitiĆ³ que las tasas de interĆ©s reales  se mantuviesen por debajo de las tasas de crecimiento.

Hasta que la pandemia y luego el escenario bĆ©lico entre Rusia y Ucrania con las restricciones y el precio de los energĆ©ticos y de otras materias primas subiendo, desataron una ola inflacionista y la respuesta de los bancos centrales llegĆ³ en forma de una polĆ­tica monetaria restrictiva con acelerados ajustes alcistas en las tasas de interĆ©s.

Eso solo significa tener una deuda cada vez mĆ”s cara; por ello es que el FMI, el Banco Mundial y la ONU estĆ”n llamando la atenciĆ³n de los gobiernos para llevar a cabo acciones de polĆ­tica econĆ³mica, fiscal y monetaria que les ayuden a reducir dicho impacto.

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