Extraños sonidos provenientes de las entrañas de la tierra mantienen en pánico a cientos de familias de la colonia Prados de San Mateo, en la zona cerril de Naucalpan, donde los pobladores aseguran que constantes estruendos emanan del subsuelo, en un fenómeno que jamás habían experimentado, pero que en las últimas semanas han provocado temor entre los habitantes.
Dicha comunidad es una de las más pobladas del territorio naucalpense y se extiende a lo largo de las laderas de los cerros, en las inmediaciones de la presa El Tejocote y de colonias vecinas como Lomas Verdes, donde según las autoridades residen al menos unas 11 mil familias.
Los testimonios de los pobladores advierten que desde lo hondo del subsuelo se oyen espantosos rugidos, principalmente durante la noche y madrugada, pero también a lo largo del día, sin que se conozcan las causas o se sepa qué es lo que truena debajo de la tierra.
Ante tal situación, las familias pidieron a los representantes vecinales que dieran parte al gobierno municipal, que preside la alcaldesa Angélica Moya Marín, y a la administración del Estado de México y, al mismo tiempo, solicitaran ayuda para saber qué está originando los “bramidos” en la tierra.
Tras las inquietudes y la urgencia de la población por conocer qué es lo que está pasando, el presidente del Consejo de Participación Ciudadana de Prados de San Mateo, Mariano Rocha, comenzó a movilizarse y a entrar en contacto con diversas instancias para solicitar apoyo.
Los planteamientos hechos ante las autoridades, reforzados con testimonios de las familias, alertaron al equipo de gobierno de la presidenta municipal e indicaron que los estruendos se escuchan con mayor frecuencia en calles como Ignacio Zaragoza, 16 de Septiembre, Morelos, Hidalgo y 10 de Mayo.
También señalaron que el fragor desde lo profundo del subsuelo se escucha en las calles Manzanares, Parras, Cumbres y 24 de Febrero, al grado de que hasta los animales domésticos se desconciertan y muestran una actitud de intranquilidad.
“Los perros comienzan a estar nerviosos, ladran durante mucho tiempo y no se están quietos, caminan de un lado para otro y hasta después de un buen rato me[1]dio se tranquilizan, pero al escucharse nuevamente los estruendos repiten su actitud”, relató Jazmín González, vecina de la calle Ignacio Zaragoza.
Los pobladores aseguran que a raíz de los extraños sonidos de la tierra no pue[1]den dormir, “pues en medio de la quietud de la noche los rugidos del subsuelo hasta parecen hacer eco debajo de nuestras casas”, dijo Martín López, residente de la calle Manzanares, cuyo testimonio, al igual que los de sus vecinos, fueron entregados al gobierno municipal.
De acuerdo con las familias de la comunidad, los crujidos provenientes de lo hondo de la tierra han provocado afectaciones en algunas viviendas que ya presentan fisuras. Indicaron que hay paredes donde los acabados, desde los más sencillos hechos con repellado de mezcla y motero, hasta los que tienen mármol o piedra natural con terminación cincelada, muestran agrietamientos.
No obstante, las autoridades municipales indicaron que todo será objeto de revisión, sin desestimar los dichos de la población sobre los daños ocasionados en casas, presuntamente como resultado de la inestabilidad de la tierra pues, según algunas familias, incluso se han llegado a sentir sismos en la colonia.
La preocupación de los pobladores es que esta situación siga creciendo y las afectaciones se extiendan a más calles de la colonia o en comunidades contiguas, ya que también se han acercado representantes vecinales de otras zonas para conocer qué dice el gobierno municipal de esta situación.
La zona cerril en la que se halla Prados de San Mateo también comparte jurisdicción con otras colonias naucalpenses. El tema de los estruendos no solo es de conocimiento local, sino que familias de otras partes cercanas al sitio donde se reportan los estruendos también dicen estar inquietas ante el riesgo de que el fenó[1]meno se extienda por todas las partes al[1]tas del municipio.
Interviene la UNAM
Después de que los integrantes del Consejo de Participación Ciudadana de Prados de San Mateo, encabezados por el presidente Mariano Rocha, hicieran acto de presencia ante la administración municipal para llevar las preocupaciones de las familias, las autoridades determinaron solicitar el apoyo de especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Un equipo de expertos de la Facultad de Estudios Superiores de Acatlán, cuyo recinto universitario se encuentra precisamente en Naucalpan, comenzaron a intervenir en el caso y a reforzar las prime[1]ras investigaciones hechas por las áreas locales como protección civil.
Sergio Mancilla Zayas, director general de Gobierno de Naucalpan, informó que la alcaldesa Angélica Moya Marín pidió incorporar a especialistas para abordar este problema, debido a la enorme zozobra en la que se hallan los pobladores y a la preocupación de que esté pasando algo serio en el subsuelo de las laderas de los cerros, pues las familias han expresado que temen por su integridad física y por su patrimonio.
De esta manera, académicos expertos en Geología y un equipo de ingenieros civiles de la máxima casa de estudios arribaron a la zona donde según los testimonios vecinales ruge la tierra desde hace unas semanas.
Expertos recorren la zona
Los ingenieros procedieron a realizar estudios de mecánica de suelos y de procedimientos relacionados con estructuras e incluso en materia de sismología. Recorrieron la mayor parte de las inmediaciones de Praderas de San Mateo y zonas aledañas, donde identificaron el tipo de suelo del lugar y visitaron cavernas cercanas, además de que anunciaron diversos estudios para determinar las causas de los citados estallidos.
Los expertos entraron a zonas bajas de la tierra con los equipos pertinentes para levantar la mayor información posible y poder determinar qué está originando los estruendos que mantienen atemorizadas a las familias.
Se metieron con la precaución debida a los huecos por debajo de la superficie. Revisaron paredes del subsuelo y realizaron mediciones para conocer la amplitud de las grietas, además de que tomaron diversas muestras de material contenido en las cavernas.
De cada elemento recabado, y de las acciones realizadas debajo de la tierra, los expertos informaron a las autoridades estatales y municipales, así como a los representantes vecinales sobre los detalles que iban encontrando, sin que alguno de ellos fuera de extrema observación o fuera de lo normal como para poder emitir un estado de alerta.
“Tenemos personal adecuado, la infraestructura adecuada, laboratorios y todo lo demás que está a su disposición en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán.
Ahí vamos a hacer los estudios pertinen[1]tes, la cartografía, lo que sea necesario”, afirmó el geólogo José María Chávez Aguirre, de la Unidad de Investigaciones Multidisciplinarias de la institución.
Ondas en el suelo
José María Chávez Aguirre adelantó que tras las reuniones sostenidas con especialistas, y luego de realizar los estudios con instrumentos adecuados, se llegará a la conclusión para saber el origen de los bramidos del subsuelo, aunque aclaró que to[1]do será a su debido tiempo, porque los estudios requieren revisiones exhaustivas.
“Lo que tenemos que hacer es geofísica. Vamos a pasar aparatos por la superficie para lanzar ondas en el subsuelo y detectar qué es lo que hay allá abajo y qué es lo que está sucediendo, qué tipos de materiales o si hay huecos. Ya determinando esto veremos qué es lo que sucede”, indicó el experto ante vecinos y autoridades municipales.
En el recorrido que realizaron los ingenieros civiles de la UNAM por la comunidad de la zona alta de Naucalpan participaron diferentes áreas de la administración local, como la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos.
Asimismo, estuvieron presentes pobladores de Prados de San Mateo y delegados de la colonia, como Daniel Valderrábano Pérez y Ernestina Hernández García, quienes llevaron ante el grueso de las familias los informes proporcionados por el equipo de expertos de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán.
Descartan riesgos
A pesar de que los especialistas en geología dieron a conocer que el estudio del fenómeno llevará un proceso y que no es oportuno caer en precipitaciones, coincidieron en señalar que con base a los indicios recabados durante el recorrido y las acciones que se han emprendido, no existe riesgo inminente para la población.
Sin embargo, manifestaron que se continuará con los trabajos para establecer el origen de los sonidos y brindar una mayor tranquilidad a la población que ha insistido ante el gobierno de la alcaldesa Angélica Moya Marín en una inmediata solución frente a esta problemática que nunca habían experimentado.
Los representantes vecinales y algunos pobladores de Prados de San Mateo participaron posteriormente en reuniones con funcionarios del gobierno del Estado de México y de la administración municipal en instalaciones del ayuntamiento.
Ahí, Carlos Sánchez, director regional de la Coordinación General de Protección Civil y Gestión Integral del Riesgos del gobierno estatal, explicó que no existen indicios de que los estruendos sean provocados por el uso de explosivos en obras efectuadas en la región.
Desechó también la idea de que los rugidos de la tierra estén relacionados con algunos proyectos que se llevan a cabo en el vecino municipio de Atizapán de Zaragoza, pues esta versión cobró mucha fuerza en medio de la especulación, por lo que el funcionario aclaró que es errónea.
Edgar Gil, subdirector de Protección Civil de Naucalpan, dijo que efectuaron vuelos con dron para identificar movimientos mayores de tierra en la zona, producidos por explosivos, lo que fue negativo, además de que también se usó un georradar para detectar oquedades en el subsuelo, pero será hasta que se tenga un estudio integral con la participación de los expertos de la UNAM para llegar a una conclusión.
Con información del periódico La Prensa